“Enséñanos, Apóstol y amigo del Señor, el Camino que conduce hacia Él. Ábrenos, predicador de las Españas, a la Verdad que aprendiste de los labios del Maestro. Danos, testigo del Evangelio, la fuerza de amar siempre la Vida.
Contigo Santiago, Apóstol y Peregrino, queremos enseñar a las gentes de Europa y del mundo que Cristo es, hoy y siempre, el Camino, la Verdad y la Vida”
(San Juan Pablo II)