Las hermandades del Domingo de Ramos se abren paso en esta Semana Santa de Guadix en la que las chicotás son por las víctimas de la pandemia, las levantás se hacen al cielo por los que ya disfrutan de la presencia del Padre Eterno, y los cirios se encienden para iluminar a tantas personas que no ven luz en este difícil camino de tinieblas.