Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno “El llavero” y Nuestra Señora de la Consolación, Madre de la Iglesia
Emblema
Penitente
Titulares
Nuestro Padre Jesús Nazareno "El Llavero"
Descripción de la talla
La imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno "El Llavero" es una imagen de vestir, tallada en madera policromada, de 1,70 metros de altura, realizada en Valencia en el año 1949 por el maestro escultor don José Díes López.
La imagen cristífera representa a Jesús Nazareno con la Cruz a cuestas camino del Calvario. Se trata de una escultura de talla completa de estilo contemporáneo en la que predomina el realismo, rostro puramente varonil, en donde se perciben los pómulos ligeramente resaltados, sangre y heridas y con un dramatismo acentuado gracias a la tosca corona de espinas.
Su cuerpo describe una suave curvatura, mientras que su cabeza se ladea ligeramente hacia la derecha e inclinándose dulcemente. La Cruz la porta sobre su hombro izquierdo, con una notable zancada, donde deja caer el peso del madero sobre su pierna y pie izquierdo, flexionando la rodilla. Así también, cabe destacar un rasgo en el estudio psicológico de la imagen, Cristo parece estar ajeno a todo cuanto le rodea, consiguiendo así, una perfecta sintonía entre el dolor y la belleza.
Nuestra Señora de la Consolación, Madre de la Iglesia
Descripción de la talla
El 4 de diciembre de 2004 se incorporaba a esta Hermandad la talla de Nuestra Señora de la Consolación, Madre de la Iglesia. Realizada por el escultor e imaginero accitano don Ángel Torcuato Asenjo Fenoy. Aunque desde antaño ya existía la advocación de Consolación, nada tiene que ver con la advocación de la actual talla mariana, pues este se debe en honor a una joven adolescente con este nombre, que fue llamada por el Señor a una temprana edad.
Imagen Dolorosa de candelero de
tamaño natural realizada en madera de cedro real policromada. Talla de
atemperada serenidad en equilibrio con una expresión angustiada, hacen de esta
imagen de una belleza singular. Posee fracciones jóvenes, rostro de
una dulce y aniñada expresividad por el que recorren cinco lágrimas por
sus mejillas, y boca entreabierta que recrea fracciones como el entrecejo y
nariz, las cuáles nos recuerdan a ciertos rasgos que Ruiz del Peral dotaba a
sus imágenes.
Como detalle, en su mano
derecha suele llevar un barco y unas llaves en miniatura. La tradición de
llevar el barco procede desde que Rodrigo de Salinas donó uno a la
patrona de Utrera, Nuestra Señora de la Consolación, en el año 1579, desde
entonces los marinos se encomendarían a esta imagen antes de partir hacia
América, y unas llaves haciendo referencia a la simbología de
nuestra Hermandad y en honor a los acontecimientos acaecidos durante la
Guerra de Independencia a principios del siglo XIX.
"Consuelo de los
Afligidos" Ruega por nosotros.
"Madre de la Iglesia"
Ruega por nosotros.
El "Furruñique"
Jesús con la cruz a cuestas, popularmente conocido como "El Furruñique", es una talla exenta de bulto redondo en madera policromada, que representa la escena de la Pasión de Jesús Nazareno con la cruz a cuestas camino del Calvario.
La autoría de esta imagen se le atribuye al círculo de Pablo de Rojas a finales del siglo XVI, catalogado como escultura propia de la transición del Renacimiento al Barroco español y de escuela granadina, cuyas dimensiones son 22,5 cm de altura, 10 cm de ancho y 11 cm de largo, la cual se puede contemplar en nuestra capilla situado al lado izquierdo de la misma.
Descripción formal y material de la talla
La imagen, presenta el rostro con la mirada dirigida a su lado derecho, mirada perdida y llena de tristeza, carente de patetismo. El plegado de los paños de la túnica deja entrever las formas anatómicas. La figura muestra un dinamismo controlado, con la pierna izquierda ligeramente avanzada y la derecha algo flexionada, como si fuera a dar el siguiente paso. El pelo de la imagen recogido hacia atrás y sobre él una corona de espinas realizada en hilo de bronce envejecido, sustituyendo así al nimbo o aureola de santidad de plata, perdidos durante los acontecimientos de la Invasión francesa o la Guerra Civil española.
La imagen representa el momento en que Cristo es obligado a llevar la Cruz de la Redención camino del Calvario. El Señor esta sobre peana, que a su vez se fija mediante un perno a un plato de cobre.
Este plato tiene como función la de recoger los donativos que los fieles depositan durante el desfile procesional del Jueves Santo cumpliendo así su función de “demanda”, y que al finalizar, todo el dinero recaudado se destina a labores sociales a través de Cáritas.
Las demandas, son por lo general grandes fuentes circulares con vástagos centrales para cogerlas. Se usaban ya en el XVII para pedir durante la procesión. En 1700 se indicó "...que no escandalizasen demasiado los que piden durante la procesión y que no les entregara las demandas a los niños...". Las demandas antiguas proceden también de las hermandades Sacramentales.
La del
"Furruñique" sigue esta tipología de fuente grande, pero no se coge por
el vástago, ya que la imagen sustituye a este vástago central. De ahí que sea
un ejemplo muy importante, porque por lo general no solían las demandas
aparecer con imágenes.
El
"Furruñique" quedó indemne en la Guerra Civil, gracias a don Julio
Fernández Linaza, quién la conservó y restituyó a la Hermandad. Durante años
alternativos fue guardada y custodiada por don Ramón Torrecillas Aguilera
(D.E.P.) y don Francisco Hidalgo Rosillo (D.E.P.) encargados de pedir con la
insignia o demanda durante la salida procesional del Jueves Santo.
Como
ajuar, cabe resaltar tres túnicas de terciopelo, dos de ellas bordada ricamente
en hilo de oro, estas fueron realizadas por la congregación de las Dominicas de
Huescar (Granada), cordón de hilo de oro, corona de espinas de hilo de bronce,
y dos enaguas con bordados pasionistas, realizadas también por las Dominicas de
Huéscar.
Galería de imágenes
Información
Las referencias más antiguas a la devoción de Jesús Nazareno en Guadix, se remontan al último tercio del siglo XVI, en la ermita de San Sebastián, como atestiguan varios documentos e inventarios de la misma, la cual se encontraba extramuros de la ciudad.
La Hermandad de Esclavitud de Jesús Nazareno sería erigida años después en la iglesia parroquial del Señor Santiago en el año de 1625, siendo Sumo Pontífice Urbano VIII y obispo de la sede accitana, Fray Juan de Araoz y Díaz. Las constituciones de la hermandad fueron aprobadas por el Excmo. y Rvdmo. Sr. Obispo don Juan de Villacé Vozmediano y García el 24 de abril de 1695.
La idea principal de los fundadores era «...sacar en salida procesional la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la procesión del Viernes Santo por la mañana, antes de rayar el alba...». Y denominarla por siempre bajo el título de: «Humildísima Hermandad de Esclavitud de Jesús Nazareno». Ésta saldría antes de rayar el alba y sus cofrades acudirían al desfile provistos de una túnica morada y capirote del mismo color, similar al de la túnica del titular, así como con un cordón de esparto con nudos para la cintura y otro cordón para el cuello. Las insignias eran portadas por los hermanos mayores.
En las constituciones se recogía la posibilidad de que las religiosas de clausura de Santa Clara y las Concepcionistas se incorporaran en calidad de hermanas, siempre y cuando pagasen los seis reales anuales preceptivos.
La túnica y ajuar de la imagen (diadema de plata, banderola, estandarte, etc.) eran custodiadas por doña Juana Brasa de Boroa y Molina. Esta devota, además, estaba comisionada de por vida para vestir y arreglar la imagen, al mismo tiempo que sufragaba todos los gastos procesionales. Una vez fallecida, el ajuar se depositó para su custodia en el convento de Santa Clara.
La Hermandad de Jesús Nazareno es la más antigua de la parroquia, como se puede apreciar al ocupar de siempre la primera capilla a la izquierda de la planta y derecha del Santísimo. Así como por contar con su imagen en la demanda que era utilizada por las diferentes hermandades de Santiago, para pedir con ella las colectas; dicha demanda es propiedad de la Hermandad.
En un primer momento estaba prohibido pedir dinero durante los desfiles procesionales. Posteriormente se concedió licencia para que se hiciera por parroquias, y para ello utilizarían "la insignia que pudiera parecer más devota", por lo que las cofradías asentadas en Santiago eligieron la taza e insignia de Jesús Nazareno, que además era la más antigua. Esta insignia o demanda es la relacionada con el Furruñique, pequeña talla en miniatura que sigue utilizando la cofradía para pedir tanto en la Estación Penitencial como en el Quinario de Jesús Nazareno. La imagen y demanda quedaron indemnes en la Guerra Civil, gracias a N.H.D. Julio Fernández Lizana, quien la conservó y restituyó a la hermandad, una vez terminada la contienda civil. En los años 60 del pasado siglo XX, nuestros hermanos don Francisco Hidalgo Rosillo y don Ramón Torrecillas Aguilera, sufragaron la restauración de la pequeña Imagen y la enriquecieron con una nueva túnica de terciopelo bordada en oro a realce por las Monjas Dominicas de Huéscar.
¿Por qué "El Llavero"?
La cofradía se denomina "El Llavero" por los acontecimientos ocurridos en el convento de las Clarisas durante la Guerra de la Independencia, año 1810. Según la tradición, cuando las tropas francesas llegan a Guadix y pretenden montar el cuartel general en el convento.
"Ante el temor que invadió a estas religiosas..., la Abadesa sor luisa se dirigió a la comunidad diciéndoles: la que tenga valor que me siga, y mirando a la imagen que había sacado al vestíbulo de la puerta central, dijo: Señor, aquí tienes las llaves, guárdanos". Le confiaron las llaves del convento colocándoselas entre sus manos, y abrieron la puerta ante la insistencia de las tropas francesas (...).
La presencia de la imagen les hizo retroceder. El general que las mandaba, solicitaba un vaso de agua de la fuente mientras les informaba de sus intenciones para alojar sus tropas en el convento, diciéndoles: "vosotras quedaréis arriba y nosotros abajo", a lo que respondió la abadesa: "nosotras, señor, nos vamos, y ustedes se quedan". Al beber el general el vaso de agua que tenía en sus manos, comenzó a echar espumarajos por la boca, estrellando a su vez el vaso contra la primera columna del patio, al tiempo que retrocedía. Acto seguido comandó de nuevo sus tropas sin detenerse hasta Diezma, donde comentó: "ninguna batalla me ha causado tanto terror como la conventona grande de Guadix."
En Cabildo General de Hermanos acaecido en 1980, N.H.D. Antonio Herrera Mesa secretario primero de la Hermandad, propuso la idea de que nuestra Hermandad rememorara la imposición de las llaves en recuerdo de los acontecimientos ocurridos en el Convento de las Clarisas durante la Guerra de la Independencia, en el año de 1810. Así como poner el sobrenombre de “El Llavero” a Jesús Nazareno. El primer hermano que impuso las llaves fue N.H.D. Miguel Ochoa Palenzuela, delegado por el entonces hermano mayor don Juan de Dios Carrillo Jiménez.
Sucesos acaecidos durante la II República y Guerra Civil Española
En los años convulsos de la II República ante el escaso número de cofrades y para revitalizar la Hermandad se decide incorporar en la Estación de Penitencia a Jesús Nazareno “El Llavero”, tal y como se recoge en la revista decenal "El Corregidor" en 1934.
Hemos de decir que había dos imágenes de Jesús con la cruz a cuestas. Una la de la Hermandad que, según don Eduardo García testigo presencial, era más antigua que la que había en el coro bajo del Convento. En dicho coro bajo estaba la talla denominada “El Llavero” y pertenecía a la comunidad Clarisa.
La Guerra Civil también incidiría de forma negativa. Se perdieron para siempre las dos imágenes. La de la Hermandad fue tirada desde su camarín al suelo de la iglesia y fue quemada en una pira en la plaza de Santiago junto con más imágenes, retablos y cuadros. Y la antigua imagen del "Llavero" fue arrojada al patio del convento desde la segunda planta, pudiéndose conservar la túnica que llevaba puesta, que fue bordada en la última década del siglo XIX por la clarisa sor Sacramento Rabaneda, cuyo importe lo había sufragado la devota María Lozano.
Reorganización de la hermandad
Finalizada la contienda civil, un grupo de antiguos hermanos, encabezados por N.H.D. Antonio Ochoa Varón, dirige una carta al cura párroco para poner en marcha la hermandad, recoger los enseres dispersos entre los hermanos y encargar una nueva imagen. Con el visto bueno de la autoridad eclesiástica se procede a la reorganización de la hermandad. Se comienzan a dar los pasos y se encarga una nueva imagen de Jesús Nazareno, ésta fue encargada en Valencia al maestro e imaginero don José Díes López. La imagen fue entregada a la Hermandad a mediados del mes de diciembre de 1949.
La hermandad saldrá a la calle por primera vez en la mañana del Viernes Santo del 24 de marzo de 1951. La imagen de Jesús Nazareno fue portada en las andas de nuestro Patrón San Torcuato. Paulatinamente, la junta de gobierno fue aumentando el ajuar de la cofradía: cruz de guía, faroles, varas de mando y paso procesional que fue realizado por artistas locales, costando 3.500 pesetas de los años 50 del pasado siglo XX.
En la posguerra se mantiene la tradición de liberar un preso de la cárcel, pero se romperá al ser suprimida ésta en los años sesenta. También se perderá la tradicional procesión del mes de mayo. Todo esto fue fruto de una etapa de crisis en los años 70, que gracias al grupo joven de la hermandad fue recuperándose en años posteriores.
Gracias a la profunda renovación efectuada en la cofradía se encargó un nuevo paso procesional, en talla de caoba, realizado en Baza por los hijos del maestro Esteban Jiménez. Fue estrenado en 1986, año en que se crea el cuerpo de costaleros a manos de N.H.D. Juan de Dios Carrillo Badillo, dos años más tarde se reforma la capilla que da cobijo a la imagen durante todo el año en la iglesia de Santiago.
En julio del año 1997, se comienza los trabajos de la primera restauración de la Sagrada imagen de "El Llavero", en el taller de restauración de Cambil y Trujillo, debido al mal estado de la estructura de la misma.
En 1999 el paso es vendido a la Hermandad del Nazareno de Dalías (Almería), y se firma con el taller de los Hermanos Caballero de Sevilla la realización de una parihuela y un nuevo paso procesional para Nuestro Padre Jesús Nazareno "El llavero" de estilo neobarroco en madera de Cedro Real dorado en pan de oro.
Hasta el año 2001 no se procede a iniciar la fase de talla del paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno "El Llavero", en año 2008 se inicia la fase de dorado, siendo dorado también por los Hermanos Caballero.
El 4 de Diciembre de 2004 se bendice la titular mariana de la cofradía bajo la advocación de Nuestra Señora de la Consolación, Madre De la Iglesia. Aunque desde antaño ya existía la advocación de Consolación, nada tiene que ver con la advocación de la actual talla mariana, pues este se debe en honor a una joven adolescente, con este nombre, que fue llamada por el Señor a una temprana edad. El autor de la misma fue el accitano e imaginero don Ángel Torcuato Asenjo Fenoy. En la ceremonia de bendición danzaron los Seises de la S.A.I. Catedral de Guadix. Recordar que en esta parroquia tuvo su sede la Cofradía de Gloria de Nuestra Señora de la Consolación fundada en el siglo XVIII, por escisión de la existente en el Convento de San Agustín.
Además del Jueves Santo, la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno se procesiona en Vía Crucis el domingo inmediato al día de la Santa Cruz, este acto se abandonó y tras largos años fue retomado por la Hermandad en el año 2009. El recorrido se realiza por la parte alta del barrio de Santiago: Carrera de las Cruces, Rambla de Pina, Gloria Bovedilla y calle Santiago. En cada estación del Vía Crucis se ponía una cruz, permaneciendo algunas de ellas hasta nuestros días.
La Hermandad realizó una salida Extraordinaria el 17 de Octubre de 2010, dentro de los actos conmemorativos del II Centenario de los sucesos acaecidos en la invasión francesa.
En 2017 se decide realizar una segunda restauración en profundidad de la talla "El Llavero" debido al deterioro de la misma, realizada por el escultor e imaginero sevillano don Mariano Sánchez del Pino.
En este mismo año se realiza una completa renovación de la capilla donde se encuentran los sagrados titulares, dejando en el centro la portentosa imagen de Jesús Nazareno, en el lado derecho se coloca a Nuestra Señora de la Consolación, Madre de la Iglesia. Se continua con el revestimiento en mármol de la misma, enmarcándose los ángeles pasionarios que procesionan en las esquinas superiores del canasto desde el año 2019, imágenes donadas por una familia de hermanos.
El 4 de Febrero de 2020 se compra en propiedad los terrenos donde se encuentra situada nuestra Casa de Hermandad haciéndose un punto y seguido de tal importante proyecto.